Hemos localizado un texto donde habla del órgano de la iglesia de Iruecha.
Es un texto de la tesis doctoral dirigida por el Doctor Don José Rogelio Buendía de Universidad complutense de Madrid y fechado en 1991:
“Construye el órgano de Iruecha, 1817
Salazar es continuador de la organería barroca, sin aportar ninguna novedad. Define un estilo propio en la línea de los organeros riojanos del momento.
En la provincia de Soria empieza a trabajar con éste de
Almenar y continúa en San Pedro Manrique (1804), Molinos de Duero
(1808), Iruecha (1817), Barca (1820) y Morón de Almazán (1822)
XXVIII
EL ORGANO DE LA PARROQUIA
DE IRUECHA
28. 1. LA ORGANERIA DEL SIGLO XIX:
PABLO SALAZAR
En el extremo de la provincia, entre los limites provinciales de Soria y Zaragoza. Construye Pablo Salazar en 1817 el órgano de la parroquia de Iruecha.
El Provisor y Vicario General, Josef Barbero y Pérez, tuvo tan feliz idea, que contó en todo momento con el beneplácito del obispo diocesano. El 29 de Marzo de 1816, inician los trámites burocráticos en Sigüenza: “Habiendo visto las diligencias precedentes, por ante miel notario, dijo su Merced, que respecto de existir caudales suficientes en la iglesia del lugar de Iruecha para la construcción del órgano que se solicita, desde luego concedía y concedió su licencia para que se proceda a la fábrica de él, cobradas que sean las deudas que resultan a su favor y no antes, reservándose, como desde luego se reserva a esta jurisdicción eclesiástica el conocimiento de cualquiera discusión que se ofrezca acerca del nombramiento de Sacristán y Organista, como asunto propio y peculiar de ella.
Comienzan las obras con la construcción de la tribuna, el cuarto de los fuelles, para colocar posteriormente la caja, que cuesta 1.060 reales, con todos los herrajes necesarios y el dorado. Entonces, adelantan al organero, que está en Calatayud, 3. 100 reales. En 1821 hacen entrega de 11)60 reales más para continuar la construcción 7. El 28 de Mayo de 1827 ya está acabado. Era el momento de hacer el balance final de lis cuentas: “Primeramente se ajustó la obra con licencia del Tribunal, en diez y nueve mil quinientos reales vellón. It. De la escritura y licencias del Tribunal, ciento veinte reales. Por mejora de fuelles y aumento de Flauta, a juicio del organista aprobante, mil cuatrocientos veinte reales. de puertas que hicieron los oficiales, ventana y marco de vidriera, ciento y sesenta reales. De gratificaciones al maestro (3 organero, organista aprobante y gasto en dicho, hecha con dichos señores cuatrocientos sesenta reales. Ir. El maestro dorador, por dorar y pintar la caja del órgano, con gratificación, dos mil reales. De forma que suman estas partidas, veinte y tres mil seiscientos y sesenta reales, este total de dicha obra”. El Mayordomo Josef Romero entregó 8.426 reales de la primera letra y
2.420 de la segunda. El cura, muerto en 1834, deja 3.122 reales para la obra del órgano
28. 2. EL ORGANO HASTA NUESTROS DIAS
Los arreglos comienzan nada más concluir la construcción, al tener que arreglar los fuelles y afinar el órgano. Ocho años después repiten la operación. A lo largo de los 150 años de existencia, los reparos son numerosos. Desde 1848 se suceden casi ininterrumpidamente. Ese año gastan 114 reales con un organero, por refinar y limpiar el órgano. El herrero interviene en 1850 y 1852, colocando una barra nueva de entonar y las rejas de las ventanas del órgano, obra acabada en 1857. En 1860 son reparados los fuelles y atinado de nuevo. El herrero Jenaro Mazo repara el entonador en 1863; Pantaleón Latorre, en 1862, arregla los fuelles y el entonador; el organero Joaquín Huerta, apea el órgano, le limpia y afina. por el precio de 200 reales. De 1870 a 1881, figuran varios reparos o composturas en los fuelles, con cola y baldés.